EL OTRO CAMINO DE LA NAVIDAD

EL OTRO CAMINO DE LA NAVIDAD

POR EL PBRO. ALFREDO NARVÁEZ CRUZ

RECTOR DEL SEMINARIO TEOLÓGICO PRESBITERIANO DE MÉXICO, A.C.

1/DICIEMBRE/2016.

En esta época del año, especialmente en el tiempo de la Navidad, el ser humano sin Dios, sin Cristo, y sin una verdadera esperanza cristiana, transita por el camino del placer, de lo superficial, de lo externo, de lo que satisface el cuerpo, de lo periférico de la vida y de la Navidad.

Los hijos de Adán y Eva se interesan más por las fiestas, los regalos, la ropa, los arreglos navideños que embellecen lo externo, las comidas apropiadas a la ocasión que por la calidad de vida y por el verdadero propósito y significado de la Navidad.

Pero afortunadamente hay el otro camino de la Navidad, En el que anduvieron los magos del oriente que visitaron al niño Jesús en Belén según la crónica del autor de Mateo 2:1-12.

Ellos iluminados y dirigidos por el Señor marcharon por el otro camino: El de la búsqueda de la verdad, el de la obediencia, el de la adoración y el de dar.

A) En relación con el camino de la verdad ellos investigaron a través de los conocedores de la Palabra de Dios en donde nacería el verdadero Rey de los Judíos, el Mesías prometido; con el fin de conocerlo, adorarlo y honrarlo con sus vidas y dones. Nosotros también somos desafiados para consultar la Palabra de Dios con mayor profundidad e interés para poder adorarle y honrarle con la totalidad de nuestras vidas, dones talentos, tiempo y tesoros (ver 1 Pedro 4:10) .

B) En relación con el otro camino: el de la Obediencia; los sabios del oriente obedecieron la señal del cielo , la orden del Rey Herodes, pero sobre todo la indicación de Dios de volver a su país por el otro camino. De manera similar, nosotros los hijos del Rey y siervos y siervas del Dios Todopoderoso, requerimos transitar la senda de la obediencia tomando en cuenta las señales tipo semáforos espirituales indicados en el manual de la vida; la Biblia (ver 2 Timoteo 3:15-17).

C) Pero también ellos caminaron por la ruta de la verdadera adoración. Desde el inicio de la travesía, ellos puntualizaron que su principal objetivo al buscarle y encontrarse con el niño Jesús, el Verbo hecho carne “Emanuel”; era adorarle, glorificarle y honrarle. Tanto en palabras como en acciones, su interés prioritario fue darle la gloria que Él merecía y merece todavía y no necesariamente buscar recibir favores y dádivas del bendito Hijo de Dios como su meta principal. (ver Mateo 6:33).

Por lo tanto los que creemos en Él por la gracia de Dios y le seguimos y le adoramos en palabras y acciones, mantengamos muy presente a quién exaltamos en el culto, en el liderazgo Espiritual, en el servicio dentro y fuera del Templo; como bien dice el Himno no. 1 “Sólo a Dios la Gloria”.

D) Y por último ellos caminaron por la senda del dar más que la de recibir. Pues no sólo buscaron adorarle sino también darle lo que Él es digno de recibir. Le dieron su valioso tiempo, su valiosa presencia, sus valiosos tesoros:

Oro: para alguien que es rey y por lo tanto es digno de ser honrado, respetado y servido.

Incienso: para alguien que es sacerdote e intercede por los pecadores salvos, para que caminemos por la ruta de la santidad, el amor, el servicio y la compasión por los pecadores no salvos y en desgracia, pero con posibilidades de ser salvos por la gracia de Cristo Jesús y por la salvación de los no creyentes todavía, como bien declara San Juan 17:15 al 20 :

No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu Palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, Para que también ellos sean santificados en la verdad. Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos.

Mirra: para alguien que iba a morir por la salvación de la humanidad, como bien proclama el Apóstol Pablo en Romanos 5:8

Mas Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aún pecadores Cristo murió por nosotros.

Y es que sin muerte no hay resurrección, sin Belén no hay Gólgota y sin remisión de pecados no hay perdón verdadero. Y el mismísimo Señor Jesucristo lo subrayó en Lucas 19:10

Porque el Hijo del Hombre Vino a buscar y a salvar Lo que se había perdido.

Por consiguiente sus discípulos y seguidores de hoy, somos llamados para dar a Dios lo que es de Él y para Él : gratitud, alabanza, servicio, tiempo de calidad, ofrendas y diezmos en cantidad y en calidad, obediencia especialmente en compartir las buenas nuevas de salvación en Cristo, también en palabras como en buenas obras.

 

Conclusión

Caminante, si hay camino para el que puedes andar: el otro camino de la Navidad.